Tejido La Rioja

Artesanía del tejido en La Rioja, Argentina


Antes de que los fértiles valles de La Rioja se convirtieran en zonas importantes de la agricultura y vitivinicultura argentinas, existió en la provincia una fuerte actividad ganadera dedicada al comercio con el país vecino de Chile. Asociada a esta actividad, la producción textil con lana de oveja, guanaco y vicuña proveyó a los habitantes del lugar con elementos necesarios de abrigo en los fríos inviernos y de montura o transporte de objetos para los caballos utilizados como medio de transporte. Mantas, ponchos, chalinas, peleros y alforjas se encuentran entre los clásicos objetos producidos en la región.

Los tejidos riojanos combinaban, como tantas otras artesanías en América, elementos autóctonos e hispánicos. Durante el siglo XX, se caracterizaron por conservar las tradiciones para las técnicas de hilado, teñido, tejido y decoración, sin incorporar elementos industriales.

La lana de oveja, comprada en las barracas, luego de hilada, era teñida con tinturas de origen vegetal o usada en estado natural, con diferentes tonalidades de blanco, marrón y negro. Las lanas de guanaco y vicuña, extraídas del cuero del animal con un cuchillo filoso, eran usadas siempre en estado natural.

El telar más utilizado solía ser el horizontal con pedales y herramientas adicionales, como la pala y el peine. La utilización de estos últimos tenía la función de dar a la trama un carácter más tupido o abierto. En el caso de los peleros o el bordado de telas, se utilizaba un bastidor de madera del tamaño de la pieza a trabajar. Distintas técnicas intervenían para la decoración: listado, faz de trama, payado, atado y la técnica española de bordado. Las lanas de guanaco y de vicuña eran siempre trabajadas a pala y de manera lisa o decoradas con la técnica de listado.

Los tejidos eran realizados, principalmente, por mujeres, con el fin de ser usados en su núcleo familiar. La producción para la venta era escasa y tenía como función apoyar el ingreso provisto por el trabajo del hombre, aunque algunas mujeres lograron hacer de esta artesanía su medio de subsistencia.

El avance de la industrialización tuvo un fuerte impacto negativo sobre la actividad artesanal del tejido en la provincia. Muchas de las técnicas fueron quedando sólo en la memoria de las mujeres con mayor edad de cada grupo familiar.

La Universidad Nacional de Chilecito, desde el año 2009, se encuentra llevando adelante un importante trabajo para recuperar muchas de las tradiciones relacionadas con la artesanía del tejido en la provincia de La Rioja, especialmente en la zona de Famatina y Chilecito. Su intervención apunta a generar estrategias de inserción laboral para las familias de la zona a partir de la revalorización del tratamiento de lanas y fibras de llama y oveja.

En la actualidad, son muchas las mujeres que, nucleadas en talleres de enseñanza y producción de tejidos artesanales, comienzan a rescatar los conocimientos de las generaciones anteriores sobre materiales, técnicas, telares y diseño de prendas, para ofrecer una renovada versión de las estéticas tradicionales del pueblo riojano.

Si alguna vez recorrés el trayecto riojano de la ruta 40 y pasás por Santa Clara, cerca del límite con San Juan, no pierdas la oportunidad de acercarte a la Casa de los Fajardo para conocer de cerca las maravillas del telar riojano. Te compartimos una entrevista realizada en 2017 a Nicolás Fajardo por el programa Gente de Mi Pueblo.

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